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Daniel Paloma Freire, reconocido economista con amplia trayectoria en el sector, desglosa y analiza el comportamiento de la inflación en 2022 y 2023

Daniel Paloma Freire es un estratega financiero internacional y economista certificado que se especializa en la evaluación y el diseño de planes para conseguir que las empresas sean rentables alrededor del mundo. La mirada y el consejo de un profesional de este tipo resultan imprescindibles para poder tomar buenas decisiones en un contexto que se presenta cada vez más complejo.

En buena medida, esta complejidad se debe a un fenómeno que está afectando la economía a nivel global. Si bien se manifiesta con distintas intensidades, hoy en día en todas las regiones del mundo hay inflación. Mientras que, por un lado, la subida de precios puede generar inconvenientes, también ofrece oportunidades de crecimiento e inversión. Para detectar estas situaciones es conveniente contar con un panorama acabado de lo que sucede en el mundo como el que puede brindar Daniel Paloma Freire.

Daniel Paloma Freire apunta cuál es el origen de la inflación actual

Si bien en algunas zonas del mundo se registraba inflación anteriormente, el punto de partida para explicar la situación actual se ubica en la pandemia de covid. El parón que el virus ocasionó en la economía y los subsidios que los gobiernos han destinado para ayudar a los sectores más afectados han generado una presión sobre los precios de los alimentos y de la energía.

Por ejemplo, en el primer trimestre de 2022, el índice de precios de alimentos que elabora la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) alcanzó una subida del 12,6 %. Este es el nivel más alto desde 1990, cuando se empezó a medir este indicador. Ahora bien, según Daniel Paloma Freire, uno de los impulsos más fuertes que ha tenido la inflación se ha producido en 2021, cuando las distintas actividades se reactivaron y la demanda de consumo sobrepasó a la oferta.

Otros factores que explican este fenómeno son la crisis de suministros derivada de la pandemia, el exceso de crédito y el aumento de dinero en circulación. Además, cada región del planeta tiene sus propias características. En este sentido, en Europa, el Banco Central Europeo se ha caracterizado por no actuar sobre el tipo de interés hasta julio de 2022 y por comprar deuda de manera masiva. Ambas acciones resultan inflacionarias.

Daniel Paloma Freire explica la relación entre la guerra en Ucrania y la inflación

En líneas generales, la demanda de bienes ha sobrepasado a la oferta en un breve período de tiempo. A medida que la pandemia fue menguando, la actividad económica ha recuperado su capacidad de abastecimiento. Ahora bien, cuando esto estaba sucediendo, la invasión de Rusia a Ucrania ha reavivado las tendencias inflacionarias alrededor del mundo.

Esto se manifiesta, sobre todo, en dos sectores: alimentos y energía. Según la FAO, el precio de los cereales alcanzó en 2022 una subida del 17,9 %, que se explica por el cese de exportaciones de Ucrania, uno de los principales productores a nivel mundial. A su vez, las sanciones de múltiples países occidentales sobre Rusia han provocado un aumento en el precio del petróleo y del gas.

Si bien ambos países no son tan relevantes para la economía mundial, sí lo son como proveedores de estas materias primas. Según explica Daniel Paloma Freire, la inflación también se explica por el riesgo percibido y las expectativas. En este sentido, la extensión de la guerra ha generado preocupación en torno al suministro futuro. A su vez, los aumentos de precios de este tipo de materias primas se trasladan rápidamente al valor de gran cantidad de productos.

Daniel Paloma Freire: el efecto de la subida del precio del petróleo

Cuando el precio del barril de petróleo aumenta, las consecuencias se extienden por amplios sectores de la economía. Esto se debe a que la gasolina, las tarifas aéreas e incluso la comida dependen del precio base de la materia prima con la que todavía se fabrica el combustible más usado a nivel mundial. De hecho, una subida del precio del 100 % en el petróleo supone un 2,5 % más de inflación a nivel general.

Precisamente esto es lo que ha sucedido recientemente, ya que en mayo de 2021 el precio del barril superaba por poco los 60 dólares, mientras que en la misma época de 2022, superó los 120 dólares. Este incremento de precio se traslada a prácticamente todos los bienes de la economía, desde una barra de pan hasta un billete de avión.

Daniel Paloma Freire comenta el papel de los gobiernos ante la inflación

A corto plazo, el papel de los distintos gobiernos en el combate a la inflación es limitado. Como mucho, pueden mitigar los efectos con políticas localizadas para asistir a los más afectados. En cambio, en el largo plazo, el fomento de las inversiones en generación de energías renovables puede ayudar a evitar nuevas crisis como la que se ha desarrollado en los últimos tiempos.

Además, los gobiernos no pueden alterar el precio de las materias primas en el mercado internacional y, la mayoría, no tiene incidencia en lo que sucede en Ucrania. Dentro de lo que sí puede hacer también se encuentra la política fiscal. Por ejemplo, bajar los impuestos al petróleo puede servir para moderar el impacto en el coste de vida a corto plazo.

Daniel Paloma Freire: ¿dónde está el techo de la inflación?

Según indican distintos registros, el momento de mayor presión inflacionaria parece haber terminado. En este sentido, en Estados Unidos se ha registrado el peor indicador en marzo (más del 8 % anual). Desde entonces, la tendencia es a la baja. Por otra parte, en la segunda mitad de 2022, la inflación se ha morigerado en el Reino Unido. Es probable que lo mismo suceda pronto en el resto de Europa.

En cuanto a las materias primas, el petróleo, tal y como ya se ha mencionado, ha superado los 120 dólares por barril, pero en los últimos meses de 2022, se ha posicionado en un precio que ronda los 80 dólares.

Por otra parte, al analizar múltiples precios de bienes y servicios alrededor del mundo, es posible concluir que todavía existe una presión inflacionaria, pero que esta es menor a la registrada hace algunos meses. Por lo tanto, es posible considerar que está en vías de desaparecer. Ahora bien, el descenso en la inflación suele darse mucho más lentamente que la subida.

Para Daniel Paloma Freire, los 3 factores que explican el freno de la carrera inflacionaria

El cambio de tendencia en los índices de inflación se relaciona con 3 causas principales. En primer lugar, la manera más común de medir este fenómeno es a través de la variación interanual de los precios. Como ya ha pasado más de un año desde el levantamiento de las restricciones que afectaban a la actividad económica, los índices comienzan a normalizarse. Esto también quiere decir que el momento de mayor inflación, por ahora, ya ha pasado.

A su vez, lo que reflejan los indicadores se relaciona directamente con la desaparición de una situación en la que la oferta no podía satisfacer la demanda. En este sentido, los precios habían subido por la escasez, pero ahora la tasa de inflación, en líneas generales, ha comenzado a decrecer. Es más, algunos productos han presentado una tasa de inflación negativa.

El tercer factor que explica la moderación de la inflación son los salarios. A nivel global, no hay un aumento de las remuneraciones de los trabajadores que presione a la inflación. Además, se ha registrado un aumento de la productividad. Esto se puede observar fácilmente siguiendo datos como el PIB y el nivel de empleo. Actualmente, en las economías desarrolladas, el PIB está por encima de los niveles anteriores a la pandemia, pero el empleo está por debajo. Esto significa que hay menos trabajadores produciendo más.

Daniel Paloma Freire: las razones por las que en Europa la inflación baja más lentamente

Un factor clave para explicar por qué la inflación ha bajado más rápido en Estados Unidos que en Europa, que también se relaciona con la depreciación del euro, es la conducta de los bancos centrales. Este rol en Estados Unidos es cumplido por la Reserva Federal, que suele tener rápidas respuestas ante las crisis económicas. Por ejemplo, en 2008, ante la crisis financiera, bajó los tipos de interés de más del 5 % a 0 % en menos de un año.

En cambio, el Banco Central Europeo (BCE) se caracteriza por su lentitud. En 2008, esta entidad llevaba 8 años con los tipos de interés fijos en 4,25 %. Ocho meses después del estallido, los bajó hasta el 1 %, nivel en el que permanecieron durante 3 años. En 2011, el tipo de interés subió al 1,5 % durante la crisis de deuda soberana. Recientemente, en 2016, los intereses bajaron al 0 %, donde se mantuvieron hasta julio de 2022, cuando la crisis generada por la pandemia ya había tenido lugar.

La velocidad o la lentitud en la respuesta de parte de las entidades que rigen la moneda se relaciona con el temor de las consecuencias de las crisis. A día de hoy, Estados Unidos está cerca de empezar un camino de recuperación con secuelas leves para su economía, que en los últimos meses ha retomado el crecimiento. Sin embargo, en Europa esto se produce de una forma más lenta y los problemas económicos derivados de la inflación se prolongan.

Daniel Paloma Freire expone la mirada del Banco Mundial sobre la crisis generada por la inflación

Según señala un documento publicado recientemente por el Banco Mundial, bancos centrales de todo el mundo han subido las tasas de interés, durante 2022, con un alto grado de sincronización. Además, los expertos de esta entidad internacional consideran probable que esta tendencia se sostenga durante 2023. Sin embargo, estas medidas no serían suficientes para reducir la inflación mundial a niveles previos a la pandemia.

Por otra parte, el Banco Mundial considera que estas medidas podrían llevar a la economía global a una recesión en 2023, generando un fuerte impacto en mercados emergentes y economías en desarrollo. Al mismo tiempo, la inflación bajaría pero, de todas maneras, se ubicaría en torno al 5 % a nivel mundial. A modo de comparación, este índice tenía un promedio de 0,5 % anual, o 2,5 % quinquenal, antes del coronavirus.

Además, para conseguir estos objetivos, los bancos centrales deberían aumentar las tasas de interés aun 2 puntos más. En este contexto, cualquier tensión en el mercado financiero derivaría en un decrecimiento del 0,5 % del PIB mundial. Este escenario, según la definición técnica del Banco Mundial, es recesivo.

Daniel Paloma Freire: la situación actual es de desaceleración, pero aún no de recesión

Según revela el Banco Mundial, actualmente hay distintas advertencias que alertan sobre un futuro recesivo, aunque este todavía no ha llegado. La economía global viene de una recesión generada por la pandemia que fue seguida por una recuperación impulsada por el desconfinamiento. Ahora bien, este ciclo virtuoso se está desacelerando en las tres principales economías del mundo, que son Estados Unidos, China y la zona del euro.

La principal encrucijada que los países y los bancos centrales atraviesan actualmente es que para frenar la desaceleración de la economía, se requieren políticas anticíclicas que fomenten la actividad. Pero, tanto la inflación como los límites fiscales, están retrasando o impidiendo la aplicación de medidas de este tipo.

A su vez, para conseguir objetivos como la bajada de la inflación sin perder estabilidad monetaria ni capacidad de crecimiento, el Banco Mundial indica que los gobiernos deben centrarse en el aumento de la producción, y no en reducir el consumo. En este sentido, se deberían trazar políticas para generar inversiones adicionales y mejorar la productividad.

Daniel Paloma Freire habla sobre la desaceleración del crecimiento en la Zona Euro

En el tercer trimestre de 2022, la Eurozona continuó mostrando una tendencia hacia la desaceleración a pesar del impulso del turismo en mucho de estos países. En este sentido, durante este período, el crecimiento ha sido del 0,2 %. A su vez, en el trimestre anterior, el segundo de 2022, la economía se había expandido un 0,8 %. De esta manera, el crecimiento se ha reducido a un cuarto en tan solo un trimestre.

En este mismo período, también se ha ralentizado el crecimiento del empleo, que ha pasado del 0,4 al 0,2 %. Cuando este indicador, siempre dentro de la Eurozona, se observa de manera interanual, el panorama es el mismo. Mientras el crecimiento del empleo estaba en 2,7 %, hoy en día se encuentra en 1,7 %.

Ahora bien, dentro de esta región no todos los países se encuentran en una situación exactamente igual. Algunos muestran un mejor desempeño, aunque los factores que explican esto no sean duraderos o confiables. En este sentido, los países que menos desaceleración han sufrido se han visto beneficiados por el turismo estacional, por el gran gasto público de sus respectivos estados y también por las estadísticas, ya que provenían de menores niveles de actividad. En otras palabras, el crecimiento de estas economías no puede derrumbarse porque nunca ha sido del todo vigoroso.

Daniel Paloma Freire expone algunas medidas que se pueden tomar para reducir la inflación en este contexto

Si los bancos centrales mantienen su independencia y comunican con claridad sus decisiones en materia de políticas, las expectativas inflacionarias pueden reducirse. Al mismo tiempo, es necesario implementar menor cantidad de restricciones. A su vez, las autoridades gubernamentales tienen que empezar a retirar, con cuidado, las medidas de apoyo fiscal que se implementaron por la crisis de la pandemia.

Por otra parte, para fomentar el crecimiento de la economía sin alentar la inflación, hay que tomar medidas como la reducción de las limitaciones del mercado laboral. De esta manera, se disminuyen las presiones sobre los precios y los trabajadores desempleados o desplazados pueden conseguir empleo con mayor rapidez.

Otras acciones que contribuyen al fortalecimiento económico son aumentar la oferta de productos básicos y fortalecer las redes comerciales a nivel global. En el caso del sector energético, es conveniente acelerar la transición hacia energía con bajas emisiones de carbono. Al mismo tiempo, es importante fomentar la reducción del consumo energético. En cuanto al comercio mundial, es deseable aumentar la cooperación y reducir el proteccionismo.

Daniel Paloma Freire acerca de la inflación en América Latina

Latinoamérica no ha escapado de la ola inflacionaria que ha recorrido todo el mundo. En algunos países, como Brasil, Colombia o Chile, la inflación ha superado los dos dígitos. En otros, como México y Perú, ha sido un poco menor. A su vez, Argentina ha visto empeorar su problema crónico de subida de precios y actualmente supera el 90 %.

Además de un incremento de la pobreza, esta situación ha afectado al acceso al crédito para la compra de vivienda y la inversión. En este sentido, las empresas retrasan sus renovaciones de equipos, no amplían sus operaciones y se frenan nuevos proyectos de inversión. En parte, esto también se debe a que la inflación genera incertidumbre.

Daniel Paloma Freire: inflación vs. recesión

Existe un consenso mayoritario entre analistas financieros y economistas que indica que la inflación es un problema de más difícil solución que la recesión. Además, si la subida en los precios es elevada y sostenida, resulta prácticamente imposible mantener la estabilidad macroeconómica de un país o una zona económica. En este contexto, la desaceleración o incluso la recesión son consideradas como males menores.

Por otra parte, la inflación sostenida en el tiempo crea tensiones sociales porque los trabajadores, y sus representantes sindicales, se ven obligados a exigir constantemente aumentos salariales. En el mismo sentido, los propietarios suben los alquileres y los comerciantes el precio de los productos que venden. Todas estas situaciones provocan crisis y, a medio plazo, también recesión.

Daniel Paloma Freire profundiza en las inversiones en tiempos de inflación

En este contexto, las inversiones tienen, como primer objetivo, el resguardo de valor. Una de las opciones es el mercado financiero, que ofrece distintas alternativas de renta fija y variable. En ningún caso es recomendable colocar todas las inversiones en una de estas dos modalidades, sino efectuar una combinación. La proporción depende del riesgo que cada inversionista desea asumir, siendo más inestables pero potencialmente más rentables las inversiones en renta variable.

En cualquier caso, es importante tener en cuenta que, a pesar de la inflación, continúan existiendo oportunidades de inversión en el mercado. Por ejemplo, algunos analistas recomiendan, en renta variable, recurrir al sector salud o a productos básicos de consumo, que pueden responder mejor ante una recesión. También hay empresas que se benefician de las presiones en los precios, como por ejemplo el sector energético.

Otra opción recurrente en tiempos de alzas de precios son las materias primas. Nuevamente, lo aconsejable es diversificar y no colocar todo el capital en un solo producto. A su vez, la compra de bienes inmuebles es otra inversión considerada como un refugio de valor por quienes buscan protegerse de la inflación.

Daniel Paloma Freire: digitalizar negocios de manera eficiente para combatir la inflación

Hoy en día, la digitalización y la incorporación de tecnología a las empresas es un factor fundamental de crecimiento y diferenciación para empresas de múltiples tamaños. En un contexto en el que es necesario reducir gastos, estos procesos deben llevarse adelante de la manera más eficiente posible. Para lograr este objetivo, hay que seguir apostando por la transformación digital pero de manera racional.

En este sentido, es necesario conocer cuáles son las prestaciones que ofrece cada proveedor, comparar con otros y considerar el ahorro o el gasto que supone cada elección. Si esto no se analiza, disminuye el potencial de rentabilidad de contratar servicios tecnológicos.

Daniel Paloma Freire subraya la importancia de contar con asesoramiento para operar en un contexto de alta complejidad

Este profesional ha trabajado como asesor fiscal, contable y mercantil en distintas empresas. Actualmente, también se dedica a diseñar planificaciones financieras internacionales para pequeñas y medianas empresas de Europa y América del Sur. Entre sus áreas de experticia, se cuentan el análisis financiero, las finanzas internacionales, las inversiones, los impuestos y la planificación estratégica.

En un contexto de inflación y desaceleración que ha llevado a pensar a muchos analistas en una recesión durante 2023, contar con el apoyo de un economista como Daniel Paloma Freire es un factor diferencial para poder tomar las mejores decisiones financieras y corporativas posibles.